Cuando uno hace fotos regularmente, ve las cosas con otros ojos. Si a esto añadimos el toque personal que puede dar cada uno a esos pequeños momentos cotidianos, obtenemos una mezcla genial, ¿verdad?
En San Fermín no importa la edad, la nacionalidad o la lengua para hacer amigos, lo importante es tener ganas de pasarlo bien y en algunos casos un poco de alcohol para hacer más fluida la comunicación.